Meditaciones de Pascua: Domingo IV- Señor mío y Dios mío
En esta meditación, Abelardo de Armas reflexiona sobre las palabras de santo Tomás. Jesús tiene sus llagas presentes para que te enamores de Él. ¡Lo que están representando esas llagas! “Tomás respondió y le dijo: «Señor mío y Dios mío»”. Es la primera vez que se llama a Jesús Dios.