¿Para qué he sido creado?
Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica
n. 66-72
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.