Compartiendo a Jesucristo: Es Jesús, el Nazareno
«Que digamos también: ¡Jesús! ¡Hijo de David!».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.