Compartiendo a Jesucristo: Jesús llora por Jerusalén
«¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos.»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.