Con este tráiler, HM Televisión anuncia su próximo trabajo: «Cristo Rey y su Sagrado Corazón». Este docudrama se estrena en el centenario de la proclamación de la Fiesta de Cristo Rey. Fue instituida por su santidad el Papa Pío XI en 1925, con la renovación de la consagración del género humano al Corazón de Jesús. Esta consagración la había hecho, por primera vez, el Papa León XIII tras conocer las revelaciones del Corazón de Jesús a una religiosa de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor: Sor María del Divino Corazón. Este documental nos permitirá descubrir la relación entre Cristo Rey y el Corazón de Jesús, además de los fundamentos bíblicos y teológicos de la realeza de Cristo. Veremos cómo se ha extendido el Reino de Dios a través de los siglos y qué ideologías pretenden suplantar su reinado. Descubriremos cómo dejar que Cristo reine y gobierne en nuestras vidas. Y conoceremos, a través de escenas dramatizadas enlazadas a la trama del documental, la historia de esta humilde religiosa a la que el Señor se reveló para que el mundo fuese consagrado a su Sagrado Corazón: Sor María del Divino Corazón.
¿Por qué ahora?
Podría empezar diciendo que el documental «Cristo Rey y su Sagrado Corazón» nació para señalar el centenario de la institución de la Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, promulgada por el Papa Pio XI, a través de la carta encíclica Quas Primas. No mentiría porque, en gran parte, fue así.
Sin embargo, la motivación profunda, el verdadero detonante para poner en marcha este trabajo, no fue ese. Fue el grito de unos pocos resonando con fuerza en mi corazón. Era el grito de quienes, zarandeados por las olas levantadas por las fuerzas del Mal –fuerzas que parecen dominar el mundo– desfallecían. Su esperanza era sostenida por una certeza: que toda la Creación pertenece al único Rey y Señor, Jesucristo. Y por un deseo: vivir en el señorío de Cristo.
Una generación que, no solo le ha dado la espalda a Dios, sino que le expulsa violentamente de la esfera social y trata de hacer desaparecer todo rastro de su existencia y de su acción, erigiendo al hombre como «señor del mundo», consigue que el futuro se presente como un tiempo inseguro y tenebroso. Conscientes de que la lucha nos abruma y sobrepasa, acudimos con filial confianza a quien tiene el verdadero poder «para recapitular todas las cosas en Él» (Ef 1, 10). A lo largo de la historia, el dedo de Dios se ha manifestado a través de pobres y pequeños instrumentos que conociendo sus limitaciones e incapacidades se han puesto en sus manos y le han dejado actuar libremente. Es una apuesta individual de cada hombre: un único sí puede cambiar el curso de la historia.
Después de la proclamación de esta Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, que tuvo lugar el 11 de diciembre de 1925, miles de hombres y mujeres, de un lado al otro de la tierra, derramaron su sangre al grito de «Viva Cristo Rey». Reconocían con este gesto de amor supremo que Jesucristo es Rey por derecho adquirido en el madero de la Cruz. Ellos sí habían entendido la trascendencia de sus vidas. ¿Estaremos nosotros a la altura necesaria para coger el testigo?
- Hna. Teresa María Pérez -
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