Para hacer esta meditación, Abelardo de Armas nos presenta el cuadro de «La Virgen de la faja» de Murillo. Y se pregunta, «¿Quién temerá acercarse a este Niño que se nos da en manos de una Virgen? ¿Quién podrá penetrar en el corazón y los sentimientos de este Niño?». Santa María de Belén, Madre silenciosa del Verbo que calla, hazle crecer en nuestras almas.