10 minutos con Jesús: Ramón Esteban
Hoy celebramos la memoria litúrgica de todos los mártires del siglo XX, que transformaron el odio contra Dios en una ocasión de expresar un amor más grande, un amor que muere perdonando a los verdugos, un amor que muere cantando lo más bonito del corazón humano. Una vez más, el odio no es la última palabra. La última palabra es el amor, porque Dios es amor.