10 minutos con Jesús: La Presentación del Niño Jesús
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: 10 minutos con Jesús
«Lo que gozó Simeón una sola vez en su vida, lo puedo gozar todos los días…»
«Lo que gozó Simeón una sola vez en su vida, lo puedo gozar todos los días…»
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa».
«La santificación de un alma es obra del Espíritu Santo…»
Estamos tú y yo en el Calvario, el crucifijo es nuestro centro de atención…
«La lámpara que encendió en mi vida, desde el día en que la encendió, no se ha vuelto a apagar...»
«Jesús, me gustaría no verte como una amenaza, quisiera verte precisamente como la solución, la liberación…»
«Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando».
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?»
«Y aunque no tuvieras dos manos, con tener un corazón para amar te basta…»
¿Cómo se llega a ser santo? Santo Tomás de Aquino, convaleciente, responde…
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado».
«Y la única palabra que acertaba a decir era: gracias, gracias...»
«¡Habla menos y sé más santo!»
«Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré».
«Dios busca al hombre cuando el hombre no busca a Dios…»
«Esta oración está dedicada a los que están muy preocupados por alguien a quien queréis y que en estos momentos quizá está lejos de Dios...»
«La vida cristiana es un combate sórdido, de todos los días, en el que nos va la vida...»
«La familia que reza unida, permanece unida…»
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
«El amor ensancha la capacidad de entender y ver el bien verdadero, que solo se ve con un corazón grande… »
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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