10 minutos con Jesús: Iré detrás de ti, Jesús
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: 10 minutos con Jesús
«Piensas como los hombres y no como Dios…»
«Piensas como los hombres y no como Dios…»
«Sabes lo que necesito, mejor que yo…»
«Signo más sagrado no hay, hazlo bien… Así la cruz de nuestro Señor abrazara todo mi ser…»
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«El milagro invitaba a reconocerte, pero para reconocerte, paradójicamente había que estar dispuestos a reconocerte.»
«Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”».
«Jesucristo les confía a los apóstoles los sentimientos de su Corazón…»
«El único que puede ensuciar mi corazón, soy yo mismo...»
«Te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro…»
«Iré siguiendo el rastro de tus huellas hasta que salga el sol y este a tu lado…»
«Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. Él le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dice: “Apacienta mis corderos”».
«¡Mujer, qué grande es tu fe!»
«El único que puede ensuciar mi corazón, soy yo mismo...»
«Padre justo, el mundo no te ha conocido; yo en cambio, te conozco y todos éstos han llegado ha reconocer que tú me has enviado».
«Quiero acudir a la Eucaristía cada vez con más fe y sobre todo más amor…»
«Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros».
«Ved porqué hay tantos ignorantes que ven más lejos que los sabios…»
«El demonio usurpa el poder y el papel de Dios, un poder que no tiene, por eso sus expresiones son siempre mentira…»
El secreto del perdón...
«Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».
«Solos estaban en peligro y correrían el riesgo de alejarse de ti…»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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