La nueva era, eructo de la masonería

La Fundación EUK Mamie-HM Televisión te ofrece en su conocidísimo  programa “Cambio de agujas” el testimonio de Milagros Martín, víctima de la Nueva Era. Su inmersión en esta corriente la llevó hasta el borde del abismo.


Uno de los tentáculos más peligrosos en nuestros días del homicida pulpo masónico es, sin duda, este cajón de sastre del sincretismo y del panteísmo, donde todo cabe, y todo es “dios”. 


Aunque se señala  su fundación en 1875 en Nueva York, las ciénagas de las que bebe, como todo lo masónico, tiene un origen anterior. Se considera que los fundadores de la New Age son el Coronel Henry Steel y la esotérica, espiritista y ocultista de origen ucraniano Helena Blavatsky, masona y fundadora de la sociedad teosófica, que afirmó que la Nueva Era tendría una gran eclosión, como así ha sido para nuestra desgracia.

A  esta corriente teosófica están ligadas logias como: “La Logia Unida de los teósofos de Nueva York”, a la que han pertenecido masones de renombre como Eleanor Roosevelt, que en su día  fue Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y  de la Comisión Presidencial del Estado de la Mujer. Era esposa del Presidente de EEUU -masón de grado 33- Franklin Delano Roosevelt.

Este escupitajo demoniaco es una mezcla de religiones, esoterismo y brujería. Trabaja por la llegada del Anticristo al que llaman MAITREYA. Y persigue la destrucción de la Civilización Cristiana y de la Iglesia Católica, utilizando artimañas como la equiparación de Jesucristo con Buda, Mahoma, Confuncio… y el uso de terminología cristiana pero negando a la vez la divinidad de Jesús, la gracia, el pecado… vaciando esas palabras de su relación con Cristo, de sus dogmas, de su adhesión a la verdad y a la Iglesia Católica, identificando además, al creador con la creación.


La New Age es un arma en manos de  la masonería para acabar con el cristianismo y ser la única religión. La  “religión” universal  puesta al servicio del nuevo orden mundial (NOM) propugnado por esta Sociedad Secreta en documentos como la Carta de la Tierra, considerada como el decálogo de la  Nueva Era.


El hombre del siglo XXI, caracterizado por su vaciedad, ruptura interna y por la perdida de la noción de su identidad, es presa fácil para esta tendencia que encuentra en el hombre moderno, una víctima segura a la que engañar. 


Se sirve de  técnicas y psicoterapias como el yoga, la homeopatía, coaching, relajación, alimentación macrobiótica, reiki, gnosis, el  Curso de Milagros, etc… que pueden resultar muy atractivas por su aparente componente sanativo y su inocuidad y que, sin embargo, son totalmente destructivas, porque penetran en el inconsciente de una manera muy agresiva que destruye emocionalmente a la persona y la desequilibra psicológicamente, pudiendo llegar hasta la completa enajenación. Además del componente satánico que es su raíz. Ciertamente, como afirmaba Monseñor Balducci, demonólogo del Vaticano : “Lo que se esconde tras la Nueva Era, es el deseo de Lucifer de ser adorado como Dios”.

Hna. Estela Morales, SHM

 

  Para que pienses:

- ¿Conocías la relación que tiene la New Age con la Masonería?


 - ¿Por qué crees que en la actualidad se acude tanto a este tipo de terapias?


 - ¿Cómo se puede ayudar a alguien a salir de este mundo?


- ¿ Conoces a alguien que haya utilizado estas técnicas y el grado de dependencia y efectos que le ha causado?


- Comenta: ”Porque vendrá un tiempo  en que los hombres en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus ídos de la verdad y se volverán a las fábulas” (2 Tim. 4,3-5).

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