Compartiendo a Jesucristo: Parábola del fariseo y el publicano
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: Compartiendo a Jesucristo
«Todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»
«Todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»
Pidamos al Señor –y esforcémonos por conseguirla– la humildad de Pedro, para que seamos también roca donde el Señor pueda apoyarse.
En esta reflexión de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley nos exhorta, con el Evangelio, a tener en cuenta que el Señor nos va a llamar y que no sabemos el día ni la hora. Por tanto, tenemos que ser vigilantes y vivir nuestra vida de tal manera, que, cuando venga, nos pueda decir: «Ven, bendito de mi Padre».
Señor, ayúdame a ser mirada que acoge, mano que alivia, palabra que consuela, abrazo de ternura.
Por aquellos días, Jesús se retiró al monte para orar y pasó la noche orando a Dios. Al hacerse de día, reunió a sus discípulos, eligió de entre ellos a doce, a quienes dio el nombre de apóstoles.
«Estad atentos, evitad la levadura de los fariseos y de Herodes».
Al Señor le duele nuestra dureza de corazón, por la que a veces no podemos reconocer la belleza de su humildad, la grandeza de su amor, la sencillez y mansedumbre de su Corazón.
Los mandamientos nos son prohibiciones, son muestras del amor de un Dios, que es Padre, y no quiere vernos sufrir.
«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.»
Deja que sea el Señor el que marque el ritmo de tu vida, no quieras controlarla tú.
¿Hasta qué punto puedo decir que mi vida está abandonada en Dios como un niño en brazos de su padre? ¿Vivo mi vida de tal manera que pueda afirmar que sirve únicamente para la complacencia de mi Padre? ¿Vivo una vida de obediencia como un niño? ¿Cómo vamos a mostrar a otros la paternidad de Dios si nosotros no la estamos experimentando? ¡Escucha este podcast de «Palabras de vida desde la misión, por el P. Christopher Hartley»!
María, modelo de mujer, ruega por nosotros.
¿Cómo estoy viviendo mi vida cristiana? ¿Estoy dándolo todo? ¿Me estoy entregando sin reservas? En esta homilía de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley dice que tenemos que corresponder al amor de Dios, que fue un amor total que le llevó al Gólgota a morir en una cruz; Él no se entregó un poquito, no se guardó nada para sí, y yo, ¿no voy a responder con generosidad?
«Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir.»
«Id al mundo entero y predicad el Evangelio».
¿Quién es Jesús para ti? ¿Soy consciente de que es dentro de la Iglesia donde estoy a salvo de las asechanzas del infierno? ¿Qué significa ser confesores de nuestra fe? El P. Christopher Hartley da respuesta a estas y otras preguntas en este programa de «Palabras de vida desde la misión».
El momento de la tentación, es el momento del amor. Es una oportunidad para decirle al Señor: Jesús, te quiero.
«Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas y ellas me conocen a mí, igual que mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.»
Virgen de Lourdes, en este día, queremos pedirte especialmente, por la conversión de todos los pecadores.
Jesús nos dio a María como Madre y tenemos la certeza de que siempre podemos acudir a Ella porque nunca nos abandona.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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