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San Fabián fue elegido obispo de la Iglesia de Roma el año 236 y recibió la corona del martirio el año 250, al comienzo de la persecución de Decio, como atestigua san Cipriano; fue sepultado en las catacumbas de Calixto.

San Sebastián, cuyo nombre significa: "Digno de respeto, venerable", sufrió el martirio en Roma en el comienzo de la persecución de Diocleciano. Su sepulcro, en las catacumbas de la vía Apia, fue venerado desde muy antiguo.

José María Sánchez y Lourdes Chillarón nos cuentan en este «Testigos de la esperanza» cómo actuó el poder del amor de Dios en sus vidas y en la vida de Lourdes, su tercera hija, que nació con Trisomía 18, y a la que solo daban unos pocos días de vida.
Lucharon por la vida de su hija, rechazando el aborto y confiando en la Providencia de Dios. En la incertidumbre y el dolor confiaron en la intercesión de la Virgen María y peregrinaron hasta el Santuario de la Virgen en Lourdes pidiendo el milagro, pero Dios –que no se deja ganar en generosidad– les concedió algo mejor. Lourdes, la madre de la pequeña Lourdes, experimentó paz y un santo abandono en las manos de la Virgen María, su madre.
José María, por su parte, buscó la intercesión de San José y su ayuda fue inmediata. Dios, en su infinita bondad, le regaló a Lourdes cincuenta y seis días de vida, que sus padres disfrutaron llenos de agradecimiento. Murió un 20 de marzo, un día después del día del padre, día de San José.

Nació en Sevilla en el año 1532. Su padre era virrey de Nápoles. Estudió en Salamanca y allí tuvo de profesores a muy famosos doctores, como el Padre Vitoria. En 1562, fue nombrado obispo de Badajoz, donde trabajó con tesón enseñando las verdades de nuestra religión. Fue un verdadero padre y pastor con sus sacerdotes, exhortando y corrigiendo cuando era necesario. Ejerció una gran caridad con los pobres. La Santa Misa la celebraba con tal devoción que al acólito le decía que después de elevar la Santa Hostia podía retirarse, pues él quedaba hasta dos horas en éxtasis, allí ante Jesús Sacramentado.

Nacida en Roma, pertenecía a una familia ilustre. A los 13 años, en tiempos de Claudio II, es arrestada al ser descubierta como cristiana. El juez, al verla tan niña, piensa que es fácil convencerla para que apostate. Pero ella, con suavidad y firmeza, afirma: “Yo sólo soy de Jesucristo”. Por esto, es conducida a la cárcel con el intento de hacerla renegar de su fe. Como no lo consiguieron, la llevaron a las afueras de Roma, en la Vía Ostia, y allí fue decapitada.

Este ilustre padre del monaquismo nació en Egipto hacia el año 250. Al morir sus padres, distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró al desierto, donde comenzó a llevar una vida de penitencia. Tuvo muchos discípulos; trabajó en favor de la Iglesia confortando a los confesores de la fe durante la persecución de Diocleciano, y apoyando a san Atanasio en sus luchas contra los arrianos. Murió el año 356.

Fue elegido Papa en un momento de desorganización, ya que la Iglesia llevaba 4 años sin Pontífice debido a la persecución de Diocleciano, quien acabó con la vida de su antecesor, san Marcelino. Era un hombre de carácter enérgico, aunque moderado, y se dedicó a reorganizar la Iglesia. Debido al miedo producido por la persecución, muchos cristianos habían renegado de su fe y el Papa tuvo que enfrentarse con la decisión de acogerlos nuevamente en la Iglesia o no. Optó por aceptarlos otra vez en la religión si pedían ser admitidos, pero exigiéndoles que hicieran algunas penitencias por haber renegado de la fe. Esto le costó el destierro.

Nació hacia el año 228 en el Alto Egipto. Quedó huérfano a los 14 años de edad. Era un joven muy piadoso que amaba enormemente a su religión. En el año 250 estalló la persecución de Decio. Como veía que muchos cristianos renegaban por miedo y él no se sentía capaz de sufrir toda clase de tormentos sin renunciar a sus creencias, decidió esconderse. Pero un cuñado suyo que deseaba quedarse con sus bienes, lo denunció ante las autoridades. Entonces Pablo huyó al desierto. Y allí escogió por vivienda una cueva, en la que vivió casi setenta años. Fue uno de los primeros en abrazar la vida monástica (s. IV).

Nació cerca de Nápoles, en Italia. Su padre era un soldado sirio pero él, en cambio, prefirió ser soldado de Cristo.  Sabemos poco de su  infancia y juventud. Aunque sí sabemos que padeció las terribles persecuciones desatadas por Decio y por Valeriano. Fue arrestado y conducido a la cárcel, lo ataron con cadenas, y así permaneció durante meses. Por su parte, en las montañas, el obispo Máximo padecía hambre, frío y toda clase de calamidades. Félix socorrió al obispo Máximo corriendo gravísimos riesgos y compartió con él la dura experiencia de la persecución.

Nació en el año 315 en el seno de una familia pagana de Poitiers que le dispensó una excelente educación, enviándole a estudiar a Roma y a Grecia Filosofía, Poesía y Elocuencia. Recibió el sacramento del bautismo hacia 345 y puso todo su empeño en estudiar y difundir la Sagrada Escritura y cinco años después, en 350, el pueblo de Poitiers le aclamó como obispo. Fue desterrado a Frigia, una ciudad situada en lo que hoy es Turquía. Allí trabajó sin descanso por el restablecimiento de la unidad de la Iglesia. Alrededor de 360 ó 361, pudo finalmente regresar del destierro a su patria.