El Sacerdote- Don Tino Bergamaschi: La Misa continua
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D. Tino Bergamaschi habla del lugar que tienen la Santa Misa y la oración en su vida.

"El sacerdote" te quiere ayudar a comprender la grandeza del ministerio que Dios ha confiado a algunos hombres que Él mismo ha elegido, para prolongar su misión en el mundo.
"El mismo Señor, para que los fieles se fundieran en un solo cuerpo [...], entre ellos constituyó a algunos ministros, para ofrecer el sacrificio y perdonar los pecados, y desempeñar públicamente, en nombre de Cristo, la función sacerdotal en favor de los hombres" (Presbyterorum Ordinis, nº 2).
D. Tino Bergamaschi habla del lugar que tienen la Santa Misa y la oración en su vida.
D. Tino Bergamaschi nos recuerda la importancia de escuchar y meditar la Palabra de Dios. Su Palabra se convierte en vida para nosotros.
D. Tino Bergamaschi habla de la presencia de la Virgen María en su vida y del sacramento de la penitencia como parte del ministerio sacerdotal. En la confesión, a través del sacerdote, las almas se encuentran verdaderamente con Jesús.
D. Tino Bergamaschi recuerda el día de su ordenación sacerdotal y cómo se dio cuenta de que tenía que morir a sí mismo para poder vivir para Jesús.
D. Tino Bergamaschi nos explica cómo entró el Señor en su vida y cómo le mostró que no quería de él «algo», sino «todo». «A Jesús nunca se le dice no», fue la respuesta de su madre. Son palabras que le han quedado impresas en el corazón.
María es un factor importante y de mucha ayuda en la fidelidad de un sacerdote o un religioso. El P. Victor anima a los sacerdotes a consagrarse y a orar frecuentemente a la Virgen; así recibirán su ayuda sobrenatural en todas sus tareas.
Necesitamos sacerdotes santos, sacerdotes que muestren el rostro de Cristo. En este episodio, el P. Victor exhorta a los fieles a la oración por sus pastores en la perfección del amor. Y a los sacerdotes, al cuidado de sus vidas de oración, elevando el espíritu a Dios en cada momento.
El P. Victor habla de la Eucaristía, la oración más perfecta; como dice la Iglesia: “el culmen de la oración". El sacerdote es el mediador, representa la persona de Cristo, que lleva la oración del pueblo a Dios. Esta relación con Jesús crece a través de la oración personal, la adoración, y la entrega.
El P. Victor Samugana nos relata cómo el sacerdocio llegó a su país a través de los misioneros. Al conocerlos, experimentó la llamada de Dios para seguirle como ellos; abrazó ese mandato de Cristo: ser su sacerdote para su pueblo, llegar a su pueblo.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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