«No despreciemos el sufrimiento».

Dios creó al hombre y a la mujer con una vocación: amar. El ser humano tiene como impronta del Creador, y como finalidad en su entrega al amor, la procreación, pero, por encima de esto, en el diseño inicial del Creador, está la vocación al amor. En este programa de «Entre Profesionales», D. Francisco Jiménez Ambel, doctor en Derecho y licenciado en Derecho Canónico, nos habla de la inmensa dignidad del hombre, como creación de Dios, capacitado para amar, sufrir por el otro y donarse, como frutos de esa vocación innata del amor.

En este programa de «El mundo que se avecina» Albert Cortina continúa su diálogo con el Prof. Stefano Abbate ―doctor en Humanidades y Ciencias Sociales― ahondando en el tema que están desarrollando: «El nuevo gnosticismo». ¿Por qué surge la cultura woke? ¿Por qué la sociedad ha vaciado de contenido las palabras? El Prof. Abbate responde a estas preguntas desentrañando las ideas inmersas dentro del gnosticismo. La revolución gnóstica busca desesperadamente destruir el pasado y, para ello, necesita un blanco al cual destruir: su objetivo es todo aquel que se atreva a pensar distinto. Destruir estatuas, libros… todo es parte del proyecto que tiene la gnosis para destruir la historia y, por ende, nuestras raíces.

En el año 2018, Soraya M. Sesto-Martínez, ayudada por otras personas, recibió la llamada de la Virgen de llevar a Puerto Rico la película «Garabandal, solo Dios lo sabe». Fue un éxito. Pasó cuatro semanas en cartelera y fue vista por miles de personas. Soraya y su grupo de colaboradores pensaban que todo había terminado allí. Pero solo dos semanas más tarde, Soraya recibió una llamada proponiéndole la difusión de otra película católica. De esta experiencia nació una organización sin ánimo de lucro llamada «Cine Fe» que ha permitido llegar a los cines de Puerto Rico películas como: «Vivo», «Esclavos y reyes», «El cielo no puede esperar», «Madre Teresa, no hay amor más grande» y otras más.

«Desiste, hija mia, de tu esfuerzo, pues ninguna oración que pudieras componer me daría la alegría y el gozo que me da cada Ave María».

Stid procede de Ecuador, pero su familia se dividió desde que era pequeño: sus padres se separaron y se mudaron ambos a diferentes sitios de España por lo que Stid se crió con sus abuelos en Ecuador. Él tenía el deseo de estar con sus padres y se lo pedía a Dios. Finalmente se mudó a España, creyendo que así podría estar junto a su madre, pero como ella trabajaba, no pasaba tiempo con ella, así que se enfadó con Dios porque no le escuchaba. Stid empezó a pasar mucho tiempo solo y con su ser, rebelde e inquieto, comenzó a meterse en malos ambientes: fiestas, chicas, marihuana, robos… Un buen amigo acabó llevándolo a la Iglesia evangélica, en un primer lugar, y luego para desintoxicarse y como única opción, Stid fue a un centro de desintoxicación cristiano. Stid acabará acercándose y volviendo a la Iglesia católica tras reconocer que es la verdadera Iglesia, desinteresada, solo interesada en la salvación de las almas y no en el dinero. Descubre toda su historia en «Cambio de Agujas».