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En esta entrega de «Entre Profesionales», Albert Cortina —abogado especialista en urbanismo, ordenación del territorio, medio ambiente y gestión del paisaje— explica de qué manera el transhumanismo desafía al cristianismo, cuestionando por qué el hombre enferma, envejece y muere. ¿Por qué un Dios todopoderoso crearía un ser imperfecto? El transhumanismo promete la inmortalidad a través de la inmortalidad cibernética y la hibridación con la inteligencia artificial. Creen poder dar al ser humano nuevas capacidades y dones extraordinarios, dones —dicen— que Dios, el Creador, no le dio. La evolución tecnológica prometida por el transhumanismo parece querer prometernos, una vez más, como en los albores de la historia: «Seréis como dioses».

Desde la Ilustración, la sociedad ha comenzado a crear una nueva religión secular, colocando al hombre en el centro. Dios ya no tiene ninguna importancia para los humanos. Nos hemos emancipado de Dios. Nuestra sociedad se encuentra en una era postcristiana, lo que lleva a ideologías disolventes como el transhumanismo y la transespecie, que disuelven la naturaleza humana. Ahora se nos presenta la idea de crear una espiritualidad global; la gente está tratando de encontrar la transcendencia en las ciencias. En este nueva programa de «Entre Profesionales», Albert Cortina —abogado especialista en urbanismo, ordenación del territorio, medio ambiente y gestión del paisaje— nos anima a despertar y nos ofrece respuestas para poder responder a estos problemas que desafían al cristianismo.

«Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros, de la que los presos ni siquiera soñarían con escapar». Estas palabras de Aldous Huxley, escritas en 1932 en su libro Un mundo feliz, casi parecen una profecía acerca de lo que está ocurriendo en nuestro siglo XXI. Albert Cortina —abogado especialista en urbanismo, ordenación del territorio, medio ambiente y gestión del paisaje— nos muestra que, con el rápido desarrollo de la ideología del Nuevo Orden Mundial y las tecnologías transhumanistas, los derechos que siempre se han considerado fundamentales, ahora están seriamente amenazados.

¿Cuál es la ideología que sostiene el Nuevo Orden Mundial? ¿Qué tiene que ver con el transhumanismo? Durante la pandemia de la COVID-19 se ha producido una aceleración de tecnologías destructivas definida como «revolución digital» y «revolución biológica de modificación genética». Se está haciendo evidente que los «amos del mundo» están reiniciando el sistema económico y político. En esta nueva entrega de «Entre Profesionales», Albert Cortina, abogado especialista en urbanismo y autor del libro «¡DESPERTAD! Transhumanismo y Nuevo Orden Mundial», nos advierte de que el Nuevo Orden Mundial no es algo que se va a construir, sino que ya se está construyendo. Tenemos que despertar y ver si esto es lo que realmente queremos para nuestra sociedad y nuestro mundo.

En el primer programa de este bloque de «Entre Profesionales», Albert Cortina —abogado especialista en urbanismo, ordenación del territorio, medio ambiente y gestión del paisaje— lanza el primer llamamiento a «¡Despertad! Transhumanismo y Nuevo Orden Mundial», explicándonos qué es la guerra híbrida que se desarrolla actualmente a nivel mundial y su relación con la ideología transhumanista. Tenemos que ser conscientes de qué es lo que están implantando aprovechando este tiempo de pandemia y todo lo que hay detrás la «nueva normalidad» y del «gran reseteo». Albert Cortina trata de hacernos comprender todos estos cambios desde el punto de vista científico, pero también desde la perspectiva filosófica, ética, económica y social.

Domingo Malmierca —colaborador de la cátedra de Infancia y Adolescencia de la Universidad Complutense de Madrid— acaba esta serie de programas, dedicados a la «Neuroeducación, tecnología y familia», dándonos unos consejos sobre cómo convivir con la tecnología. El cerebro ni se cansa, ni descansa, ni se agota nunca, pero sí que se satura: se satura de datos, se satura químicamente, se satura de neurotransmisores. Por eso, el cerebro necesita equilibrio. Y si queremos utilizar bien las pantallas y que nuestros hijos las utilicen bien, hay que tener en cuenta estos cinco consejos que nos ofrece: el autocontrol del tiempo, el cuidado de la intimidad, el juicio crítico y la seguridad. Domingo Malmierca está convencido de que, con estas cinco claves, podemos educar a nuestros hijos en el buen uso de las herramientas digitales.

Domingo Malmierca, colaborador de la cátedra de Infancia y Adolescencia de la Universidad Complutense de Madrid, nos habla en este programa sobre la tecnología en las aulas. ¿Las pantallas mejoran la eficacia educativa? ¿Son buenas las pantallas en clase? Nuestro experto afirma que para algunas asignaturas y para algunos fines son buenísimas, pero para otros no son tan buenas. ¿Cuál es el criterio del profesorado, en general, sobre este tema? La experiencia demuestra que las pantallas mejoran la atención, la motivación y la eficacia educativa, pero disminuyen la capacidad de memorización. Y ahí tenemos un problema que debemos enfrentar.