La sabiduría de siempre con el cuento: La oruga incrédula
Nuestra protagonista de hoy, una pequeña oruga, gracias a cuidar de los huevos de una mariposa, aprende cosas que a nosotros también nos vendrán muy bien. ¡Escucha y aprende con este cuento!
Nuestra protagonista de hoy, una pequeña oruga, gracias a cuidar de los huevos de una mariposa, aprende cosas que a nosotros también nos vendrán muy bien. ¡Escucha y aprende con este cuento!
¿Por qué no dejas de excusar el comportamiento de los chicos y les ayudas a ser mejores? ¿Cómo vas a encontrar el amor verdadero, si no le ayudas a ser un hombre de verdad? Crystalina Evert, en este podcast de «Feminidad pura», te anima a que tengas el coraje de sacar lo mejor de ellos, ya que te sorprenderás de lo que son capaces de hacer.
En Boxmeer, Holanda, en el año 1400, las especies del vino se transformaron en Sangre y se derramó sobre el Corporal. Cuando el sacerdote pidió perdón por haber dudado, la Sangre dejó de derramarse y se coaguló.
El Milagro Eucarístico de Zaragoza se manifestó en 1427, cuando apareció en una Hostia consagrada, que una mujer había robado para hacerse un filtro de amor, el Niño Jesús.
En 1453, en Frómista, Palencia (España), Pedro Fernández cayó gravemente enfermo, pidió confesarse y el sacerdote acudió a administrarle los últimos sacramentos. Cuando el párroco quiso darle la Forma, esta se hallaba adherida a la patena con tal fuerza que no pudo separarla. Solo tras contar un pecado que había escondido pudo comulgar.
También en España, a mediados del siglo XV, en San Lorenzo de Munt, Barcelona, el capellán se dejó una vela encendida dentro de un armario. Al día siguiente, encontraron el armario totalmente quemado, excepto tres Formas consagradas que estaban dentro de una caja de plata.
En 1597, un ladrón robó de una iglesia de Alcalá de Henares, en Madrid (España), algunas Hostias consagradas y otros objetos preciosos. Días después, el ladrón se confesó y devolvió las Hostias, que once años después se conservaban íntegras.
Tenemos el deber de anunciar a todos que nuestra meta es el cielo y que no podemos vivir solo de lo pasajero y obstinados en el pecado. Don Sebastián García-Noblejas, en este podcast de «Acompañando a Jesús», añade que para llegar al cielo es necesaria una fidelidad en la lucha ascética, determinarse a no ser traidores al ardor de Dios, y llevar todos los males con la esperanza de que alcanzaremos los premios que el Señor nos ha prometido en la vida eterna.
Comentando la parábola de los jornaleros que van a trabajar a la viña, D. Jorge González Guadalix, en este audio de «Reflexiones de un cura», explica que no deberíamos vivir como una carga el haber sido cristianos desde siempre y enfadarnos porque los que se convierten al final de la vida van a recibir el mismo premio que nosotros, el cielo; sino que deberíamos alegrarnos porque todos puedan compartir con nosotros el gran regalo que el Señor nos ha permitido conocer y gozar desde siempre: la vida cristiana.
Después de haber tenido este sueño, san Juan Bosco animó a los jóvenes a invocar siempre a la Virgen María cuando tuvieran una necesidad, porque ella siempre nos escucha, y a protegerse con el escudo de la fe, que es la mejor defensa frente a los espíritus malignos. Además, los exhortó a huir de los pecados de la gula y del ocio, ya que nos atan al mal y nos esclavizan.
¿Qué es la cristaloterapia? ¿Cómo es posible que unos cristales puedan curar física o psíquicamente a una persona? Si es que realmente se puede experimentar un mejoramiento aparente de una persona, ¿no será porque se está invocando a los espíritus malignos? Descubre más sobre esta pseudociencia, en este programa de «New Age: Peligros para nuestra fe», por Juan Sánchez Requena.
Cuando Paco Baena perdió a su madre tenía solamente 12 años y experimentó que algo en él se desgarraba; le entró mucho rencor y deseos de vengarse. Reconoce el daño que por este motivo ha podido causar a las personas a las que quiere y nos invita a pedir perdón y a dar gracias por todo lo que Dios nos da en el momento actual para que no se amargue nuestro corazón. ¡Escucha la reflexión completa de «Si conocieras el amor de Dios»!
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen de la vida? Pues Antonio, el protagonista de este cuento, no dejaba de cuestionárselo y recorrió kilómetros y kilómetros entrevistándose con las personas más doctas y cultas sin que ninguno le diese una respuesta. ¿Piensas que finalmente lo consiguió? ¡Averígualo escuchando la historia completa!
En este podcast de «New Age: Peligros para nuestra fe», Juan Sánchez Requena dice que, aunque es verdad que es muy difícil salir de la Nueva Era una vez que te has adentrado y lo has asumido como una forma de vida, es necesario, cuando te das cuenta de la mentira y el peligro, tomar la firme determinación de alejarse. Te da consejos sobre a quién acudir y qué cosas puedes hacer para liberarte realmente de estas pseudoterapias.
¿Qué buscas con tu forma de vestir, que los chicos te miren? Probablemente lo consigas, pero, ¿realmente es ese el tipo de amor que anhela tu corazón? Si lo que buscas es que un hombre aprecie tu inteligencia y tu personalidad, será mejor que no lo distraigas con tu escote o con cualquier otra parte de tu cuerpo. ¡La modestia es un arma poderosa, no tengas miedo de comprobarlo! ¡Escucha los consejos que te da Crystalina Evert, en «Feminidad pura»!
En 1284, en Kranenburg bei Kleve, Alemania, una Hostia consagrada fue arrojada cerca de un árbol por un pastor que no podía digerirla. Cuando talaron ese árbol, apareció un crucifijo perfectamente tallado.
También en Alemania, en Wilsnack, en 1383 , se desencadenó un incendio y entre los restos de la iglesia parroquial, se encontraron tres Hostias completamente intactas, las cuales sangraron en repetidas ocasiones.
En 1294, en Gruaro (Valvasone), Italia, una mujer estaba lavando el mantel del altar de la iglesia, cuando vio que todo el mantel se teñía de sangre, observando que la sangre brotaba de una Partícula consagrada que se había quedado entre los pliegues de dicho mantel.
El 25 de abril de 1356, en Macerata, Italia, en el momento de la fracción del pan, el sacerdote comenzó a dudar de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Con un gran susto, vio que la Hostia comenzaba a sangrar en abundancia, manchando el corporal y el cáliz.
En Boxtel, Holanda, en 1380, al sacerdote se le cayó el cáliz al suelo después de la consagración. En ese instante se transformó visiblemente en Sangre, manchando el corporal y el mantel de altar.
En esta edición de «Acompañando a Jesús», D. Sebastián García-Noblejas, dice que, en medio del mundo, aparece también la cizaña entre el trigo sembrado por el Señor, es decir, el mal, que va enraizándose y parece que se va extendiendo rápidamente. Por ello, es necesario que con nuestra vida reparemos este mal con nuestra fidelidad, pero sin lamentarnos por la situación, con ánimo renovado y contribuyendo a una mayor santidad en los demás.
En la celebración de la Liturgia, lo importante no somos nosotros, sino Cristo. Cuando acudimos a una ceremonia, vamos para celebrar el Misterio de Cristo, avanzar en nuestra santificación y para dar culto a Dios. ¿Es esto lo que vivimos y hacemos cuando acudimos a una iglesia? ¡No te pierdas este programa de «Reflexiones de un cura, por D. Jorge González Guadalix»!
En esta narración de los «Sueños de san Juan Bosco», el santo relata a los jóvenes algo que vio estando dormido mientras ellos hacían los Ejercicios Espirituales. Vio un gran monstruo que se acercaba hacia ellos y, ante la desesperación, D. Bosco invocó a la Stma. Virgen, quien los elevó del suelo, de manera que el feroz animal no podía alcanzarlos, alejándose así, aunque solo por el momento.
En esta edición de «Si conocieras el amor de Dios», nos presentan la figura de san Francisco de Asís. El santo, cuando vio que el Señor le llamaba, lo dejó absolutamente todo para seguir a Cristo pobre, haciendo suyas las palabras del Evangelio: «Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna».
Daniel fue a cenar con sus padres a un restaurante. Vio a un simpático pero andrajoso vagabundo y comenzó a jugar con él. Sus padres, escandalizados, querían terminar cuanto antes para marcharse a casa. A la salida del restaurante, ante el asombro del padre, el pequeño dio un gran abrazo al vagabundo y así permanecieron unos minutos. «Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos». Esta es la enseñanza que el padre sacó ante este acontecimiento.
El consejo que te da esta vez Crystalina Evert, en «Feminidad pura», es que no arruines tu cuerpo y tu juventud haciendo dietas extremas por querer tener un cuerpo perfecto; eso, aparte de que no existe, solo hará que te destruyas poco a poco. ¿Sabes cuántos dones te ha dado Dios? ¿Cuánto vales a sus ojos? Si quieres encontrar el amor verdadero, deja tus inseguridades y empieza a luchar.
En 1411, en Weiten-Raxendorf, Austria, un ladrón robó una Hostia de la parroquia. Cuando se marchaba, la partícula se cayó al suelo. Días después, la encontraron radiante, dividida en dos partes unidas solamente por unos filamentos de carne sangrante.
En el año 1216, en Benningen, Alemania, un molinero escondió una Hostia entre las piedras del molino de su enemigo para calumniarlo, pero la Hostia comenzó a sangrar.
En 1125, en Bettbrunn, Alemania, 1125, un piadoso campesino, por un exceso de celo, robó una Hostia para llevarla a su granja. Un día, la partícula cayó al suelo y nadie pudo alzarla hasta que el Obispo de Regensburg prometió construir una iglesia en honor del milagro.
El Jueves Santo de 1417, en Erding, Alemania, un campesino robó una Hostia. Por el camino, escapó de sus manos, elevándose en el aire. Sólo gracias a la intervención del obispo, la Hostia pudo ser recuperada.
D. Sebastián García-Noblejas, en esta reflexión de «Acompañando a Jesús», explica que para que la semilla de la gracia de Dios dé fruto en nosotros, es necesaria la oración para que, como el arado, el alma se disponga y permita que la palabra de Dios cale en ella y crezca. Y también es necesaria la lucha ascética, que es ese esfuerzo renovado de amar más a Dios, desterrar el egoísmo y servir a los demás con más generosidad.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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