10 minutos con Jesús: Jesús y las riquezas
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«Yo me quiero hacer esta pregunta, Jesús, delante de ti: ¿A quién sirvo? ¿A quién estoy sirviendo yo?».
«Yo me quiero hacer esta pregunta, Jesús, delante de ti: ¿A quién sirvo? ¿A quién estoy sirviendo yo?».
Si quiero llegar a realizar el proyecto que Dios tiene sobre mí, es necesario dejar que Cristo lo sea todo para mí, ir conformándome en Él. ¡Escucha al P. Juan Gómez, SHM!
«El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.»
«El templo verdadero es tu cuerpo, Jesús».
«Una misericordia que transforme el corazón».
«El que esté sin pecado, que tire la primera piedra».
«¿Qué es lo más importante en mi jornada?».
Lázaro y sus dos hermanas, Santa María de Betania y Santa Marta, eran amigos de Jesús y le invitaban a su casa en Betania, cerca de Jerusalén, donde era amado y acogido. Señal de su intimidad con Jesús es el hecho de que este, aun yendo a resucitarle, lloró al contemplar el duelo de María y Marta. Según una tradición judeo - cristiana fue embarcado por los judíos en Jaffa en una nave que hacía aguas y sin velas, llegando milagrosamente a la isla de Chipre.
«¿Seremos capaces de hacer esto?».
En este bloque de «Entre Profesionales» dedicado a conocer «Los vínculos familiares en el cerebro», comenzamos con un programa titulado «Navegando por el amor familiar». La Dra. Natalia López-Moratalla ―catedrática emérita de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Navarra― explica cómo colocamos en el cerebro a las personas con las que nos relacionamos en un mapa cognitivo, muy parecido a la manera en que nos orientamos en el espacio físico con un GPS.
Nació en una de familia distinguida y recibió una esmerada educación. Fue elevado al obispado de Barcelona en torno al año 300, donde se distinguió por su celo por las almas, que Dios le había confiado. Durante la persecución de Diocleciano, a finales del s. III, fue detenido e intentaron forzarle a ofrecer sacrificio a los dioses pero él se mantuvo firme en su confesión cristiana y se negó. No murió inmediatamente, por lo que los cristianos intentaron socorrerlo pero no lo lograron. Antes de morir, impartió su bendición a todos los presentes.
«Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mi».
Cristina Fernández Girón es una niña de once años. Su cariño y confianza por Nuestra Madre del Cielo nació en el seno de su propia familia, en la que es la pequeña de cuatro hermanas. Cristina conserva el recuerdo de rezar el rosario en casa siendo ella muy pequeña, antes incluso de saber recitar las oraciones. A sus once años explica que el rosario para ella «es cogerle el dedo a la Virgen».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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